Estoy profundamente deprimida.
Les contaré brevemente que sigo a la selección inglesa desde
el Mundial Francia 98. Al principio fue por llevarle la contra a mi papá. Jugaba
Inglaterra y Colombia, que estaban en el mismo grupo, y él me llamó para que viera
quién iba ganando y de pasadita decirme que esperaba que ganara un
sudamericano.
Típica rebelde adolescente, empecé a gritar por Inglaterra y
no he dejado de hacerlo hasta ahora.

Fue en ese momento cuando me enamoré de David Beckham. Pero
lo digo con harto orgullo, porque a todas las minas les gusta por rico, pero a
mí me gustó porque le pegó una patada a Simeone.
El árbitro, por supuesto, no pensaba igual que yo y lo
expulsó por no controlarse. Finalmente se fueron a penales y los argentinos
creídos pasaron a cuartos de final.
De ahí en adelante grabé todos los partidos de Inglaterra de
Eurocopa y Mundiales (en VHS). En Corea-Japón me levanté a las 4 am para ver el
partido frente a Brasil, pero perdieron. Tenía afiches, buscaba fotos, datos,
estadísticas… todo por ellos!
En este mundial de Brasil ni siquiera pasaron a octavos de
final! Los odié y juré que no los alentaría nunca más. Pero ya se me pasó la
rabia y ahora igual los veré jugar contra Costa Rica, el tercer y último
partido de grupo.
Lo bueno de toda esta desgracia es que Rooney por fin hizo
un gol en un mundial. Lo malo… lo malo es que inventaron un deporte que no son
capaces de ganar.
Los odio.
Me arrepentí de nuevo.
Ahora los amo.
Nos vemos en la Eurocopa.
(Si clasifican)