viernes, 13 de febrero de 2009

San Valentín

Valentín… debe haber sido el único hombre romántico en este mundo y por eso lo proclamaron SANTO! No. En realidad esta vez dejaré de generalizar y deberé admitir que no todos son iguales, hay algunos que son peores! Ja, ja. Ya bueno, sólo por ser vísperas de San Valentín dejaré a los hombres descansar.

El enamoramiento… dicen que el sentimiento es igual al que se produce cuando uno come grandes cantidades de chocolate, pero hay un pequeño gran detalle, uno no engorda por “comerse” (que sutil) a un hombre, ja, ja.

¿Qué queremos en este día? Queremos que nos hagan sentir que somos especiales, que somos la única mujer en sus vidas, que todo el pasado ha sido un error, que somos parte de ellos, que sin nosotros no viven, que somos su felicidad… Definitivamente queremos que nos mientan. Ay! No pude evitar decir eso.

Pero díganme si no es lindo cuando toman nuestra mano y nos dicen que nos aman. Parece que por un par de segundos el mundo se detiene para escuchar esas palabras. El estómago se nos aprieta, sentimos ganas de reír, pero también de llorar.

Son sólo detalles los que pedidos. Es un sólo día al año. Es la oportunidad de demostrar que pese a todo el tiempo que ha pasado y pese a las dificultades que ha habido en el camino, aún su corazón late por nosotras, aún somos la voz que más quieren escuchar, aún somos aquella mujer linda que los conquistó y lo más importante, que aún nos aman.


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martes, 10 de febrero de 2009

Príncipe azul v/s Vampiros

Hace rato que las mujeres dejamos de creer en el príncipe azul, sabemos que con suerte aspiramos a conocer a un tipo decente y fiel, pero de aquí a que luche con dragones por nuestro amor… falta mucho. Claro. Los príncipes azules sólo son parte de los cuentos y esas historias son falsas.

Pero fue mayor mi decepción cuando caí en el fenómeno que desató Crepúsculo (libro y película) y me enamoré perdidamente del vampiro Edward Cullen. Un verdadero caballero, un hombre dispuesto a todo por el amor de una mujer… fantástico! Hasta que razoné y me di cuenta que es un vampiro, otro personaje de ficción.

Obvio, resulta inimaginable que un hombre normal tenga actitudes como las de él. Frases como “Me he hartado de permanecer lejos de ti” son absolutamente ridículas en el mundo real. Donde los hombres sólo buscan excusas para permanecer lejos de nosotras, “es que el partido, es que es mi mejor amigo, es que les faltaba un jugador…y bla, bla”.

Chicas, vampiros o príncipes da igual, ambos no existen, ambos son ficción, ambos sólo viven en nuestras mentes y sólo tendremos acceso a ellos a través de los libros y películas. Ay! Benditas películas!