Algunos me preguntaron por qué no hubo crítica a la última
noche del Festival de Viña del Mar y la explicación es súper simple.
Estaba atenta viendo a Jesse & Joy y me dio un coma
diabético psicológico con tanta dulzura. Los dos niños bonitos, con voces
melódicas y dulzonas, ambos guardándose hasta el matrimonio y cantándole al
amor… fue mucho para este pobre corazón.
Aunque no se pase rollo porque en muchas canciones le cantan
al señor y no al amor de pareja, así que reflexione si se pasaba película.
La paz sea con todos vosotros.