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Y al final ninguna de las inseparables amiguis se salvó de la justicia. Atrás quedaron esos carretes donde Paris Hilton, Britney Spears y Lindsay Lohan salían dobladitas después de una fiesta, sin ropa interior y haciendo malabares sobre sus tacos. Cuál fue el resultado de esas noches, por cierto, muy envidiables por muchas??: Un loca y sin sus hijos, y las otras dos presas.
Pero con Lindsay no hay caso y sinceramente dudo que logren rehabilitarla. Su problema va más allá del alcohol y las drogas, el tema acá es que a ella le gusta provocar. Tan sólo recuerden la última vez que se presentó ante los tribunales. Sabía que la pena que podría tener era grave pero igual se dio el tiempo de escribir un mensajito en una uña: “Fuck you”.
Así es ella. Posa ebria para las cámaras, sale borracha de festivales de cine, reconoce una relación lésbica, sufre anorexia, entra y sale de centros de rehabilitación, choca ebria, es detenida por portar cocaína, interpreta a una stripper, vomita en la calle, no cumples sus condenas… Uf!
Qué logró con sus escándalos? Que la jueza se aburriera de ella y la condenara a 90 días de prisión, de los cuales 22 horas al día las debe pasar encerrada en su celda, otra hora de ejercicios y otra hora que se dividirá en tres comidas de 20 minutos. Bueno, al menos ahora tendrá tiempo de escribir varios mensajes en sus uñas y le sobrará tiempo para las de los pies. Buena suerte Lindsay!
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